La osteopatía estructural es una disciplina terapéutica muy eficaz en el abordaje de las disfunciones músculo-esqueléticas, y nos ayuda a tratar muchas patologías como lumbalgias, ciatalgias, contracturas musculares, vértigos, mareos, cefaleas tensionales, y un largo etcétera.

Podemos recurrir a la osteopatía visceral, un método de tratamiento que contempla nuestro cuerpo en su conjunto y se enfoca en adecuar el movimiento de las vísceras para que tengan un funcionamiento óptimo. Las vísceras u órganos presentan dos tipos de movimiento: Uno con respecto al diafragma en el momento de realizar el proceso respiratorio Otro producido por si mismas en el cumplimiento de sus funciones. El procedimiento está enfocado en corregir ambos tipos de movimiento de manera que puedan llevar a cabo sus funciones correctamente.

Se trata de una de las ramas de la osteopatía, que se especializa en la manipulación de los huesos del cráneo, con la que se pueden tratar una gran cantidad de dolencias: Cefaleas tensionales, migrañas, vértigos o mareos, problemas de la ATM (articulación temporomandibular), bruxismo, alteraciones visuales, problemas de columna, alteraciones pediatricas, trastornos del sueño y estrés.